domingo, 19 de mayo de 2013

Las vitaminas y sus propiedades



Las vitaminas son sustancias orgánicas que se encuentran en los alimentos que comemos. A través de una variada alimentación el organismo obtiene las cantidades necesarias de estas sustancias, indispensables para nuestra salud.

Aunque las vitaminas no aportan energía, su carencia, conocida como hipovitaminosis, provoca enfermedades deficitarias. Por ello resultan imprescindibles para que nuestro organismo funcione y se desarrolle adecuadamente. Sin ellas nuestro cuerpo no podría metabolizar los sustratos nutritivos en elementos constructivos y energéticos.

Cada una de las diferentes vitaminas tiene una función específica, por lo que todas son necesarias en su justa medida. No existe ningún alimento prodigioso que contenga la totalidad de vitaminas. Esto sólo se logra a través de una rica y variada dieta alimenticia, que combine diversos grupos de alimentos.
o humano no puede obtenerlas por si mismo, excepto la vitamina D, que se forma en la piel por exposición al sol y las vitaminas K, B1, B8 y B12 que se crean, aunque en ínfimas cantidades, en la flora intestinal.

Hay dos tipos de vitaminas
  • Liposolubles (solubles en grasa) A este tipo pertenecen las vitaminas A, D, E y K.
    Este tipo de de vitaminas se disuelven en grasas y aceites y son aportadas por alimentos ricos en grasas. Se almacenan en el hígado y en los tejidos grasos, siendo requeridas cuando el organismo las necesita, por lo que no es necesaria su ingestión diaria.  Si se consumen en exceso pueden resultar tóxicas (en particular la A y la D).
  • Hidrosolubles (solubles en agua) A este tipo pertenecen el grupo de vitaminas B y la C
    Este tipo de vitaminas se disuelven en agua y son necesarias para las reacciones químicas del metabolismo. A diferencia del grupo liposoluble no se almacenan en el organismo, siendo absorbidas por el torrente sanguíneo. Por ello deben aportarse regularmente y sólo puede prescindirse de ellas durante muy pocos días. Su exceso se elimina a través de la orina, por lo que no tienen efecto tóxic
      
Vitamina A (Retinol y Betacaroteno)


La vitamina A es del tipo liposoluble. Su forma natural es el Retinol, que se encuentra en los productos de origen animal. Por su parte algunos vegetales como las zanahorias aportan una especie de provitamina A conocido como Betacaroteno.
La principal función de la vitamina A es la protección de la piel, a la vez que promueve la buena visión. Los tejidos epiteliales la precisan como protección frente a las infecciones y lesiones. También participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales.
El déficit de vitamina A produce problemas en la vista y en la piel, así como susceptibilidad a enfermedades infecciosas.
El exceso, por su parte, provoca defectos congénitos, alteraciones óseas, o incluso inflamaciones y hemorragias en diversos tejidos.
Los productos ricos en vitamina A son recomendables para infecciones respiratorias (gripes, faringitis o bronquitis), problemas oculares (fotofobia, sequedad o ceguera nocturna) o tratamientos dermatológicos (acné incluido).
Productos ricos en vitamina A son: carne roja, hígado, zanahoria, espinacas, perejil, mantequilla, boniato, aceite de soja, queso, leche, huevos, tomate, lechuga, papaya y mango.


Vitamina B1 (Tiamina)

La tiamina o vitamina B1 es del tipo hidrosoluble. Es necesaria para desintegrar los hidratos de carbono y poder aprovechar sus principios nutritivos. La tiamina es responsable de numerosas funciones del cuerpo, tanto referidas al sistema nervioso como al funcionamiento muscular. Las reservas de tiamina son muy pequeñas y pueden agotarse en un plazo de 14 días.
Es la vitamina menos estable y en la cocción se provocan grandes pérdidas. También el tabaco y el alcohol reducen considerablemente la capacidad de asimilación de esta vitamina.
La carencia de esta vitamina se manifiesta en forma de trastornos cardiovasculares y alteraciones neurológicas y psíquicas, pudiendo, en casos graves, dar lugar a enfermedades como beriberi, encefalopatía de Wernicke, psicosis de Korsakoff, síndrome de Wernicke-Korsakoff y otras.
Productos ricos en vitamina B1 son: trigo, avena, huevos, cacahuetes, avellanas, nueces, garbanzos, lentejas, levadura de cerveza y carne de cerdo.


Vitamina B2 (Riboflavina)

La vitamina B2 o riboflavina es del tipo hidrosoluble y se absorbe fácilmente por el organismo. Es necesaria para el crecimiento corporal y la producción de glóbulos rojos. Ayuda en la liberación de energía de los carbohidratos y colabora en los procesos de respiración celular, desintoxicación hepática y mantenimiento de la envoltura de los nervios.
Su carencia se manifiesta con lesiones y trastornos en la piel y los ojos, inflamación de las mucosas, úlceras bucales, labiales e insomnio. Aunque resulta más estable que la vitamina B1, se ve afectada por exceso de alcohol, cafeína, antibióticos y estrógenos.
Productos ricos en vitamina B2 son: hígado, vísceras, levadura de cerveza, cereales integrales, almendras, coco, queso, champiñones, huevos, lentejas, mijo y arroz integral.


Vitamina B3 (Niacina)

La vitamina B3 o niacina es del tipo hidrosoluble. Resulta esencial para el funcionamiento cerebral y del sistema nervioso e indispensable en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. También es importante para la síntesis de las hormonas sexuales, favorece la circulación sanguínea y ayuda a  reducir el colesterol.
Es poco frecuente su carencia, ya que el organismo es capaz de producir una cierta cantidad de niacina a partir del aminoácido L-triptófano, que forma parte de muchas proteínas. Sin embargo, su ausencia provoca la pelagra, una enfermedad caracterizada por dermatitis, diarrea y demencia.
Productos ricos en vitamina B3 son: levadura de cerveza, hígado de ternera, carnes magras, pollo, jamón, cacahuetes, germen de trigo, harina integral, quesos, arroz integral y setas.


Vitamina B5 (Acido pantoténico)

La vitamina B5 o ácido pantoténico es del tipo hidrosoluble. Es esencial para el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas, así como para la síntesis de las hormonas y el colesterol.
Su carencia resulta bastante difícil, ya que se encuentra en gran cantidad y variedad de alimentos. No obstante si se produce (casos de malnutrición extrema), provoca apatía, falta de atención, bajo rendimiento energético e incluso alergias.
Productos ricos en vitamina B5. El ácido pantoténico se encuentra presente en la mayoría de alimentos carnes, pescados, vegetales, legumbres, cereales, huevos y leche.


Vitamina B6 (Piridoxina)

La vitamina B6 o piridoxina es del tipo hidrosoluble. Es imprescindible en el metabolismo de las proteínas e interviene en la formación de glóbulos rojos y anticuerpos. También refuerza el sistema nervioso y mejora su regeneración.
Es bastante raro encontrarse con estados deficitarios, ya que esta vitamina se encuentra en la mayoría de alimentos. Su deficiencia afecta principalmente al sistema nervioso, las membranas mucosas y el sistema de células sanguíneas.
Productos ricos en vitamina B6 son: la mayoría de productos de origen animal y vegetal (carnes, pescados, cereales, legumbres, vegetales, leche, huevos, etc.)



Vitamina B8 (Biotina)

La vitamina B8 es conocida también como vitamina H (Biotina) y es del tipo hidrosoluble. Es imprescindible para el metabolismo de hidratos de carbono, grasas, aminoácidos y purinas y participa en el mantenimiento de los niveles de azúcar en la sangre. También es necesaria para la salud de la piel, el crecimiento del cabello y la estabilidad del sistema nervioso.
Su deficiencia es muy rara, ya que las bacterias intestinales tienen la propiedad de formar biotina. Su carencia provoca la aparición de problemas dermatológicos, deterioro de funciones metabólicas, fatiga, pérdida de apetito, alopecia y depresión.
Productos ricos en biotina son: hígado, huevos, setas, chocolate, nueces, cacahuetes, avellanas, coliflor, guisantes, pollo, leche, salmón, plátano, uvas y levadura de cerveza.


Vitamina B9 (Acido fólico)

La vitamina B9 o ácido fólico es del tipo hidrosoluble. Es fundamental para la formación de proteínas estructurales y hemoglobina y resulta esencial para sintetizar el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN), a la vez que fomenta la regeneración celular.
Su carencia provoca anemias, trastornos digestivos e intestinales, una mayor fragilidad ante las enfermedades e incluso malformaciones del feto.
Productos ricos en ácido fólico son: hígado, verduras de hojas verdes, garbanzos, lentejas, habas, cereales integrados, huevos, frutas y frutos secos.

Vitamina B12 (Cobalamina)

La vitamina B12 o cobalamina es del tipo hidrosoluble. Es indispensable para la formación de glóbulos rojos, la regeneración de los tejidos y el crecimiento corporal. También tiene como función la creación de nuevas células, la formación de glóbulos blancos y mantener adecuadamente el sistema nervioso.
Su carencia provoca la llamada anemia perniciosa, que provoca cansancio, palidez, fatiga y debilidad por disminución de los glóbulos rojos. Por otra parte, a diferencia del resto de vitaminas hidrosolubles, esta se acumula en el hígado, lo que permite estar largos periodos de tiempo sin aportarla, antes de que se produzcan estados carenciales. Recientes estudios afirman que, en las personas con una flora intestinal sana, el intestino grueso puede producirla en muy pequeñas cantidades.
Productos ricos en vitamina B12 son: pescado, marisco, carnes, hígado, aves, huevos y productos lácteos. Dado que sólo se encuentra en productos de origen animal, se estima que los estrictamente vegetarianos deben suplir su carencia por medio de suplementos.


Vitamina C (Acido ascórbico)

La vitamina C o ácido ascórbico es del tipo hidrosoluble y una de las más importantes para el sistema inmunológico. Es importante el aporte diario ya que apenas se acumula en el organismo. Resulta muy sensible a la luz, a la temperatura y al oxígeno del aire, por lo que en el caso de zumos se recomienda no demorar su ingestión. Pensemos que un zumo de naranja natural pierde gran parte de la vitamina C a los 15 minutos de haberlo preparado.

Interviene en la asimilación de algunos aminoácidos, el ácido fólico y el hierro. Participa en los procesos de desintoxicación hepática y se encarga de transportar el oxigeno e hidrogeno por el organismo. También posee efectos antioxidantes y contrarresta los efectos de los nitratos (pesticidas) en el estómago.
Su carencia produce el escorbuto, aunque actualmente es muy poco frecuente, ya el mínimo de necesidades se cubre con la mayoría de dietas alimenticias. Su deficiencia provoca fatiga, irritabilidad, dolores musculares y articulares, baja actividad inmunológica, trastornos sanguíneos y afecciones cutáneas.
Productos ricos en vitamina C son: kiwi, guayaba, pimiento rojo, perejil, col de bruselas, limón, coliflor, espinaca, fresa, naranja, caqui, grosella negra, melón, pomelo, acelga y brócoli.


Vitamina D (Calciferol)
La vitamina D o calciferol es del tipo liposoluble. Es fundamental para la absorción del calcio y del fósforo y contribuye a la formación y mineralización ósea, siendo esencial para el desarrollo del esqueleto. También juega un papel importante en los sistemas nervioso, muscular e inmunológico.
Además de obtenerla mediante alimentos ricos en esta vitamina, los humanos podemos sintetizarla, esto es producirla, mediante la acción de la luz solar sobre la grasa cutánea.
Su carencia provoca raquitismo (deformidad esquelética), de ahí que fuera conocida como vitamina antirraquítica. Su deficiencia ocasiona disminución de la mineralización ósea (osteoporosis) e incluso algunas investigaciones asocian la ausencia de esta vitamina con el cáncer de colon.
Productos ricos en vitamina D son: sardinas, boquerones, atún, arenque, salmón (pescado azul en general), hígado de pescado, aceites de pescado, huevos, quesos grasos, margarina, leche, champiñones y yogur.


Vitamina E (Tocoferol)
La vitamina E o tocoferol es del tipo liposoluble. Actúa como antioxidante en las células frente a los radicales libres presentes en nuestro organismo, permitiendo una buena nutrición y regeneración del tejido corporal. También opera en la formación de glóbulos rojos y ayuda a prevenir problemas coronarios, distrofia muscular y el aborto recurrente. Dado su poder antioxidante retrasa el proceso de envejecimiento.
Su deficiencia se caracteriza por trastornos neurológicos y puede producir la destrucción de glóbulos rojos, ocasionando anemia, degeneración muscular y problemas reproductivos. Por su parte un exceso de vitamina E puede provocar trastornos metabólicos.
Productos ricos en vitamina E son: aceite de girasol, aceite de maíz, aceite de soja, aceite de oliva, avellanas, almendras, coco, nueces, cacahuetes, germen de trigo, germen de maíz, soja germinada y margarina.


Vitamina K (Filoquinona)


La vitamina K es del tipo liposoluble. Es imprescindible para que el hígado sintetice diversas proteínas necesarias para la coagulación de la sangre y evitar hemorragias. También ayuda a mantener los huesos en buen estado. Se almacena en el hígado y los huesos, en muy poca cantidad.
La flora intestinal sintetiza diversos compuestos de vitamina K, denominados menaquinonas, por ello es raro que se produzcan carencias en adultos, salvo el supuesto de tratamientos prolongados con antibióticos. Caso de producirse puede provocar hemorragias nasales, del aparato digestivo o del genito-urinario.
Productos ricos en vitamina K son: col, espinacas,  brócoli, espárragos verdes, judías verdes, lechuga, acelgas (en general todas la verduras de hoja verde), aceite de soja, aceite de oliva, margarina, atún en aceite y cereales integrales.


Que es la ulcera gástrica


¿Qué es?
Una úlcera péptica es una erosión o herida en la mucosa del estómago (úlcera gástrica) o en la parte superior del intestino delgado, llamado duodeno (úlcera duodenal). Las úlceras suelen tener un tamaño entre 0.5 y 1.5 cm de diámetro.
Las úlceras son un problema gastrointestinal frecuente en la población. La úlcera gástrica suele aparecer a partir de los 50-60 años de edad.

¿Cómo se produce?
Se considera que la aparición de las úlceras es de causa multifactorial. Está implicado un desequilibrio entre el ácido del estómago, una enzima llamada pepsina y las barreras de defensa del revestimiento del estómago. Este desequilibrio lleva a que se presente inflamación, que puede empeorar con determinados factores de riesgo.
Existe una clara relación entre la infección por una bacteria llamada H. pylori y la aparición de la úlcera duodenal y la úlcera gástrica. Una persona infectada por esta bacteria tiene mayor riesgo de desarrollar una enfermedad ulcerosa a lo largo de su vida. No todos los pacientes con úlcera tienen una infección por Helicobacter pylori pero sí se da en un gran porcentaje. La forma de tornillo del H. pylori le permite penetrar en la membrana mucosa del estómago o el duodeno para poder adherirse, produciendo una serie de toxinas que inflaman y dañan la mucosa.
Las úlceras también pueden aparecer en relación con el consumo de medicamentos como corticosteroides y antiinflamatorios no esteroideos. Uno de los efectos no deseables de los antiinflamatorios es que aumentan el riesgo de hemorragia digestiva o de enfermedad ulcerosa, pues su uso prolongado puede dañar la mucosa del tracto digestivo causando una úlcera o empeorándola.
Pueden aparecer úlceras no asociadas a estos dos factores (Helicobacter y antiinflamatorios). Se relacionan con un síndrome de hipersecreción ácida, en el cual existe un exceso de secreción de ácidos gástricos que dañan la mucosa. Son muy poco frecuentes.
Determinados factores y hábitos favorecen la aparición de úlceras gástricas como el tabaco, el consumo de alcohol y el tratamiento con radioterapia.
Síntomas
Los síntomas habituales de una úlcera incluyen:
  • Dolor abdominal. Es el síntoma principal, suele ser un dolor agudo, referido como quemazón o ardor, localizado en epigastrio, de aparición a brotes de 2 a 4 semanas de duración, suele calmar con la ingesta o con antiácidos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pirosis, es decir, sensación de quemazón en el esófago.
  • Distensión abdominal y cambios en el hábito intestinal.

En la úlcera gástrica el dolor es más característico inmediatamente tras las comidas.
En algunos casos las úlceras son asintomáticas o dan pocas molestias y se diagnostican tras la aparición de una complicación como:
  • Hemorragia digestiva. Aparece en forma de hematemesis (vómito de sangre roja) o de melenas (deposiciones negras por la presencia de sangre).
  • Perforación. La úlcera péptica puede ir penetrando las diferentes capas de la pared gastroduodenal hasta la perforación. Se manifiesta por la aparición del "abdomen agudo": dolor en epigastrio, brusco, intenso y con endurecimiento de la pared muscular.
  • Estenosis pilórica, se trata de un estrechamiento de la zona de unión del estómago con el duodeno. El paciente suele presentar náuseas y sensación de plenitud.


    Tratamiento
    Para aliviar los síntomas y atenuar el dolor se indica tratamiento farmacológico. Los fármacos habitualmente empleados son los antiácidos y protectores gástricos, los antagonistas de los receptores H2 o los inhibidores de la bomba de protones. Éstos últimos bloquean la secreción de ácido por el estómago (son los más potentes). Puede ser necesario un tratamiento a largo plazo.
    Si existe infección por H. pylori, el objetivo principal es la erradicación de la bacteria causante del problema. El tratamiento se basa en la utilización de un inhibidor de la bomba de protones, para inhibir el ácido del estómago, combinado con antibióticos. Se administra durante unos días, tras los cuales se suele repetir la prueba del alimento para comprobar que la infección por H. pylori haya desaparecido. Si no se ha conseguido se puede repetir una nueva pauta de tratamiento.
    El tratamiento de las complicaciones como el sangrado se suelen tratar mediante endoscopia, que localizan la úlcera sangrante y puede cauterizar la hemorragia.
    Si existe perforación gástrica es preciso un tratamiento quirúrgico urgente.
    Se puede indicar tratamiento quirúrgico en aquellos pacientes que no responden al tratamiento farmacológico o a la endoscopia. Los procedimientos quirúrgicos para las úlceras gástricas abarcan:
    • Vagotomía: consiste en seccionar el nervio vago que es el que controla la producción de ácido gástrico en el estómago.
    • Gastrectomía parcial, es decir, extirpación de una parte del estómago.
    Se recomienda además seguir una serie de medidas de estilo de vida como mantener una dieta equilibrada y sana, evitando las comidas ricas en grasas. Realizar comidas pequeñas durante el día a intervalos regulares. Se aconseja además evitar el tabaco, el té, el café y las bebidas con cafeína, así como el alcohol y el consumo de antiinflamatorios no esteroideos.

    Prevención
    Llevar una dieta saludable y si se tiene riesgo de úlceras evitar tomar antiinflamatorios no esteroideos o hacerlo asociados a un protector gástrico evita la aparición de una úlcera.

    Dra. Eva Ormaechea Alegre 
    Especialista en Medicina Intensiva 






Que es la gastritis?


La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago y tiene muchas causas posibles. Las principales causas agudas son el consumo excesivo de alcohol o uso prolongado de fármacos antiinflamatorios no esteroides (también conocido como AINE) como la aspirina o el ibuprofeno.
A veces la gastritis se desarrolla después de una cirugía mayor, lesión traumática, quemaduras o infecciones graves. La gastritis puede ocurrir también en aquellos que han tenido cirugía de pérdida de peso resultante en el sistema de bandas o reconstrucción del tracto digestivo.
Crónicas causas son infecciones con bacterias, principalmente ''Helicobacter pylori''. Ciertas enfermedades, como la anemia perniciosa, reflujo biliar crónico, estrés y ciertas enfermedades autoinmunes pueden causar gastritis así.
El síntoma más común es dolor o malestar abdominal. Otros síntomas son indigestión, distensión abdominal, náuseas y vómitos.
Algunos pueden tener una sensación de plenitud o ardor en la parte superior del abdomen. Un gastroscopio, análisis de sangre, prueba de conteo sanguíneo completo o una prueba de heces puede utilizarse para diagnosticar gastritis. El tratamiento incluye tomar antiácidos o otros medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones o antibióticos y evitar alimentos calientes o picantes. Para aquellos con anemia perniciosa, reciben inyecciones de vitamina B12.



causas


Agudo

Erosiva gastritis es erosión de la mucosa gástrica causada por el daño a las defensas mucosas. Los AINE inhiben la ciclooxigenasa-1, o la COX-1, una enzima responsable de la biosíntesis de eicosanoides en el estómago, lo que aumenta la posibilidad de úlceras pépticas que forman.
Además, los AINE, tales como aspirina, reducen una sustancia que protege el estómago llamada prostaglandina. Estos fármacos utilizados en un corto período de tiempo no son típicamente peligroso. Sin embargo, el uso regular puede conducir a la gastritis.

Crónico

Si el esfínter esofágico no hacer su trabajo correctamente, algo de ácido estomacal puede escapar hacia el esófago. Esto hace muy doloroso " ardor de estómago "o" gastritis "en el pecho, como las paredes del esófago se erosionan por el ácido clorhídrico.
La gastritis crónica se refiere a una amplia gama de problemas de los tejidos gástricos que son principalmente el resultado de la infección por H. pylori.

Metaplasia

Metaplasia de las glándulas mucosas, la sustitución reversible de células diferenciadas, se produce en el entorno de daño grave de las glándulas gástricas, que luego se consumen (gastritis atrófica), que se sustituyen progresivamente por las glándulas mucosas.
Las úlceras gástricas pueden desarrollar, no está claro si son las causas o las consecuencias. La metaplasia intestinal comienza típicamente en respuesta a una lesión crónica de la mucosa del antro, y puede extenderse al cuerpo.
Células de la mucosa gástrica cambian para parecerse a la mucosa intestinal y pueden incluso asumir características de absorción. Metaplasia intestinal se clasifica histológicamente como completa o incompleta.
Con metaplasia completa, la mucosa gástrica se transforma completamente en la mucosa del intestino delgado, tanto histológicamente y funcionalmente, con la capacidad de absorber los nutrientes y secretan péptidos.
En la metaplasia incompleta, el epitelio asume un aspecto histológico más cercano al de la intestino grueso y frecuencia exhibe displasia.
Sin embargo, la gastritis no tiene consecuencias negativas para la mayoría de los ejércitos y la evidencia emergente sugiere que'' H. pylori'' prevalencia está inversamente relacionada con la enfermedad de reflujo gastroesofágico y alérgicas trastornos.
Estas observaciones indican que la erradicación puede no ser apropiado para determinadas poblaciones debido a los efectos potencialmente beneficiosos conferidos por la inflamación gástrica persistente.




Síntomas

Severa gastritis es posible cuando el estómago se ve sin síntomas presentes y puede estar presente a pesar de sólo pequeños cambios en el revestimiento del estómago.
Los adultos mayores tienen una mayor probabilidad de desarrollar daño estomacal dolor.
Ellos pueden no tener síntomas en absoluto, tales como la ausencia de vómitos o dolor, hasta que de repente se enfermó con una hemorragia interna.
Dolor en la parte superior del abdomen es el síntoma más común. El dolor es por lo general en la parte central superior del abdomen, el "pozo" del estómago.
Dolor gastritis puede ocurrir en la parte superior izquierda del abdomen y en la espalda.El dolor parece viajar desde el vientre a la espalda.
El dolor suele ser vago, pero puede ser un dolor agudo. Eructos no es aliviar el dolor o sólo alivia por un momento.
El vómito es ya sea claro, verde o amarillo, tiene una raya con sangre en ella, o es completamente con sangre, dependiendo de la gravedad de la inflamación. Hinchazón y una sensación de llenura o de ardor en la parte superior del abdomen son también signos de gastritis moderada.
Gastritis severa presenta palidez, sudoración, palpitaciones, sensación de desmayo o dificultad para respirar, el pecho severo o dolor de estómago, vómitos grandes cantidades de sangre, o con sangre, o pegajosos, deposiciones malolientes oscuros