miércoles, 15 de mayo de 2013

Identificación de tendencias nocivas en el matrimonio


Existe un comportamiento un tanto predecible cada vez que una pareja se enfrasca en una discusión. Aquí se los presentamos, y al hacerlo esperamos que cada pareja sea capaz de identificarlos, y por supuesto, que se den los pasos apropiados para evitar un rompimiento en el matrimonio.
Hay algunas hermosas frases muy predecibles de las cuales echamos manos durante una pelea. La manera en que las parejas manejan los conflictos puede predecir si su matrimonio será o no será exitoso. Cuando se comienzan a lanzar palabras airadas, ayuda mucho el reconocer los cuatro elementos del conflicto y manejarlos adecuadamente. 
1. Primer Elemento: Cada pelea comienza con una palabra de crítica 
Lo primero que debemos entender es que existe una gran diferencia entre la crítica y la queja. La crítica generalmente comienza con "tú siempre" o "tú nunca", mientras que la queja casi siempre expresa sentimientos. Por ejemplo, "Me siento frustrado cuando nos llegamos tarde a un evento porque te tardas demasiado preparándote o cuando no apareces".
2. Segundo Elemento: ponerse a la defensiva 
Cuando un esposo(a) ha sido criticado frecuentemente, la respuesta natural es ponerse a la defensiva. Si lo haces por mucho tiempo, te vuelves lo que llamamos una 'medusa en la coraza,' "Te vuelves tan bien escudado que te vez duro e insensible en el exterior, pero por dentro estás muriendo".
3. Tercer Elemento: el desprecio y rencor 
El desprecio y el rencor son tan mortíferos como derramar venero en el matrimonio. El desprecio y el rencor generalmente involucran comentarios sarcásticos o el dar vuelta los ojos (cortadas de ojos). Esos comentarios sarcásticos y las expresiones de desprecio son algunas de las cosas más despectivas y nocivas que las parejas podrían experimentar en el matrimonio.
4. Cuarto Elemento: a frialdad 
Este elemento es muy característico en los hombres. El hombre se vuelve como una pared de piedra y apenas expresa emociones. Esta actitud efectivamente cierra todo tipo de comunicación y es mortal para el matrimonio.
Estos cuatro factores son la antesala de los matrimonios que fracasarán, sin embargo, si su matrimonio está pasando por cualquier paso o elemento de estos, no hay que sentir pánico. Al leer e identificar lo que está sucediendo, estas parejas deben saber que ellos no son los únicos. En realidad todos los que estamos casados hemos experimentado alguno o varios de estos estados. ¡Pero el Señor puede sanar tu matrimonio!
Pero si una pareja reconoce la presencia de un patrón de crítica, defensiva, desprecio y frialdad en su matrimonio, es hora de levantar una bandera roja. Ahora sabes dónde reside el problema. No pierdas tiempo. Diríjase a un buen consejero profesional, un pastor con experiencia en estos asuntos, etc., y comience a colocar el ungüento de la Palabra de Dios sobre su matrimonio. Si usted se autoconsidera culpable de haber usado alguno de estos elementos, ¡es hora de ser el líder que el Señor le ha llamado a ser en su matrimonio! Es hora de perdonar. Es hora de controlar los impulsos carnales de la ira, el desprecio y el rencor. Es hora de colocar el verdadero amor, aquel descrito en la siguiente porción de las Escrituras:

"El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia;
el amor no es jactancioso, no se envanece,
no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia,
sino que se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser"
1 Corintios 13:4-8

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